"Pues ya están guardados pinceles, aceites, lienzos y cuadros inacabados; y se me ha quedado la habitación como rara. Cuando abandoné mi fijación por aporrear instrumentos musicales lo sentí como una liberación, sin embargo con la pintura no ha sido exactamente igual. Supongo que porque, mucho o poco, la pintura me ha reportado algo económicamente, (cosa que mis cacofonías musicales nunca hicieron) y porque, por qué no decirlo, durante algún tiempo pareció que como medio de vida podía funcionar.
Pero ya no lo veo así.
He experimentado muchas cosas durante estos años, casi todas asociadas a una idea de confort que me obsesiona desde pequeño: Tener mi propia sala de proyección, otra para escuchar música, mi pequeño taller… agarrar el coche una mañana temprano y salir a pintar, o simplemente salir a hacer turismo… (me avergüenza no conocer prácticamente nada de la provincia donde vivo).
Lograr una estabilidad económica con la que poder mantener esos pequeños placeres se ha vuelto algo prioritario.
No son grandes objetivos… pero a estas alturas no creo que la pintura me los pueda seguir brindando. Y ya estoy hecho un abuelete; medio siglo ya. Quiero hacer mis pamplinas como un disfrute no como una actividad para ganarme la vida. Yo no sé funcionar así.